“La desnutrición infantil crónica afecta futuras generaciones, pues el estado de nutrición de una madre puede afectar la salud de sus futuros nietos”, señaló la Dra. Liliam Marín Arias, investigadora del INISA, durante la presentación de resultados del trabajo de la Sección de Infección y Nutrición.
La investigadora manifestó que según datos recolectados en el 2010, un 33% de menores de cinco años en la comunidad de Damas, de Desamparados y un 42% en San Antonio de Nicoya, presentaron baja talla. En otras palabras, casi la mitad de los niños menores de cinco años en San Antonio de Nicoya tenía bajo peso.
Este estudio se realizó en conjunto con el Ministerio de Salud y la Escuela de Nutrición de la UCR en sitios centinelas, es decir, espacios estadísticamente reconocidos que responden como zonas homogéneas representativas; en este caso se utilizó Damas de Desamparados en representación de las áreas urbanas y en el caso de las zonas rurales se utilizó San Antonio de Nicoya.
Además, la investigación evidenció que la introducción de alimentos sólidos en los niños de Damas de Desamparados, inicia desde el primer mes de vida.
La. Dra. Marín Arias comentó que esto es una problemática “porque los niños y niñas no tienen el sistema digestivo preparado para recibir alimentos sólidos hasta los 6 meses de vida, por lo que, al no tener las enzimas digestivas en su plena capacidad, pueden desarrollar alergias a ciertos alimentos en edades posteriores”.
Asimismo, no tienen la capacidad de deglutir o tragar los alimentos, por lo que pueden broncoaspirar; es decir que la comida vaya directo a los pulmones.
Parasitosis, anemia y desnutrición
Por otro lado, la investigadora presentó los resultados parciales de un estudio, en donde de un total de 512 menores valorados hasta el 2014, 136 fueron detectados como casos de anemia y 67 con parasitosis.
En esta investigación acerca de parasitosis, anemia y desnutrición participaron menores entre los dos y siete años de edad, beneficiarios de los programas de Atención y Protección Infantil (API) y de Distribución de Alimentos a Familias (DAF) de la Región Central Sur de Costa Rica.
La Dra. Marín señaló que en Costa Rica no hay un control de salud formal para los niños y niñas en esas edades, por lo que no se pueden detectar problemas de crecimiento o desarrollo.
Asimismo, este estudio analizó el estado nutricional de 153 infantes de estos centros, y se detectaron 27 casos de obesidad y 24 casos de baja talla. Además, la investigadora indicó que en los lugares con alta incidencia de niños y niñas con desnutrición, se observó una gran presencia de menores con discapacidad.
“La atención primaria en salud en CR no está siendo capaz de darle respuesta a las necesidades de abordaje de los niños con problemas nutricionales, al llegar al centro de salud alegan que un niño con anemia no es prioritario” comentó la Dra. Marín Arias.
Lactancia materna y desnutrición
La investigadora indicó que la leche materna contiene todos los nutrientes y anticuerpos que requiere el infante para su adecuado desarrollo, y mantiene sus propiedades aunque la madre esté en condiciones de desnutrición.
Además, señaló que la desnutrición durante los dos primeros años de vida, causa un daño irreparable al impedir el crecimiento físico y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas en el futuro. Además, afecta el rendimiento intelectual y el desarrollo del sistema inmunológico.
La Dra. Marín Arias destacó que los factores fundamentales que inciden en la práctica de la lactancia materna están relacionados con el abordaje integral de la consulta prenatal y el seguimiento y apoyo que se da a las madres en el proceso de lactancia por parte del personal de salud.
Por ejemplo, se realizó un estudio a un grupo de madres de Golfito y a otro de Montes de Oca, y se determinó que las mujeres provenientes de Golfito tenían mejor conocimiento técnico de la importancia de la lactancia materna. Estos resultados se relacionan con el tipo de atención pre y post natal que recibieron ambos grupos.
Al indagar sobre el tipo de atención en salud que recibieron se determinó que las madres de Golfito recibieron sus controles con una enfermera gineco-obstetra, pro lactancia materna, que les daba seguimiento e incluso iba hasta sus casas. Mientras que las madres de Montes de Oca no recibieron una atención pre ni post natal tan especializada ni personalizada, y tampoco se les dio seguimiento.
Sin embargo, aunque todas las participantes del estudio reconocieron la importancia de la lactancia como fuente de nutrientes y defensas para el desarrollo adecuado, no interpretan adecuadamente el significado de lactancia materna exclusiva. Lo que significa que el niño solo recibe como alimento leche materna durante los primeros 6 meses de vida, ni agua ni suplementos.
Madres adolescentes
La Dra. Marín indicó que está por iniciar un estudio referente a la salud de las madres adolescentes y sus hijos e hijas durante el primer año de vida.
Esta investigación se realizará en Alajuelita y Golfito, que en el 2013 fueron identificados como los dos cantones con mayor incidencia de embarazo adolescente. En ese trabajo se dará seguimiento prenatal y postparto para detectar condiciones de riesgo (biológicas y sociales) que pueden incidir en la salud de la madre y del hijo/a.
Por otro lado, la investigadora explicó que la sección de Infección y Nutrición del INISA está ejecutando un proyecto en comunidades, llamado PROLAMANCO, en el que se desarrollan cursos de preparación de lactancia materna y de alimentación del bebé durante el primer año de vida que orienta a las futuras madres, cuidadoras y profesionales en salud en ese tema.
También, llevan a cabo un curso básico de orientación en lactancia materna para futuras madres, cuidadores y profesionales en salud.
Este proyecto responde a las solicitudes que realizan diversas instancias sobre educación en alimentación del infante en su primer año de vida y es tanto el éxito de estas actividades que se ha desarrollado un consultorio vía correo electrónico, en el cual las mujeres y madres pueden hacer sus consultas.
La presentación de estos resultados se llevó a cabo el 15 de mayo, en el Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) como parte del programa anual de conferencias científicas.
Periodista Kátheryn Salazar Zeledón
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