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Madre e hijoLa correcta posición de la madre al amamantar, el tiempo durante el cual  el niño debe alimentarse exclusivamente con leche materna y la forma adecuada de introducir los diferentes alimentos a partir de los seis meses de vida son algunos de los aspectos abordados en los talleres gratuitos que ofrece el proyecto “Promoción de la Lactancia Materna y la alimentación del niños y la niña menor de un año en la comunidad” (PROLAMANCO).

Según lo informó la coordinadora de este proyecto de extensión docente, Dra. Lilliam Marín Arias, de la Sección de  Infección-Nutrición del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) de la Universidad de Costa Rica, durante el año 2011 trabajan en dos comunidades urbano marginales del Área Metropolitana, específicamente Alajuelita y Los Cuadros de Goicoechea.

En el Área de Salud de Alajuelita impartieron un curso de actualización a 37 profesionales de la salud (médicos y personal de enfermería) y un taller abierto al público en general sobre el tema de lactancia materna y alimentación complementaria,  en el que participaron 18 personas, entre mujeres embarazadas, madres, abuelas y personas cuidadoras de niños y niñas pequeños. En Los Cuadros de Goicoechea un nuevo taller abierto a público en general  se lleva a cabo a partir del 15 de julio. El objetivo de actualizar conocimientos sobre el tema como medio para favorecer un adecuado estado nutricional de los niños y niñas en esta etapa de la vida.

La Dra. Marín decidió implementar este proyecto, pues la alimentación durante los dos primeros años de vida son fundamentales para que se alcance un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y niñas.  “La desnutrición en etapas tempranas de la vida provoca niños y niñas con mayor probabilidad de enfermarse, menor desarrollo físico y mental, mayor ausentismo o deserción escolar.  Estas consecuencias a lo largo del ciclo de la vida, provoca que las personas no alcancen su máximo potencial lo que puede afectar la productividad futura de un país”, comentó la Dra. Marín.

ExposiciónSegún lo explicó en los últimos años, la inserción de la mujer al campo laboral y la proliferación de productos que sustituyen la lactancia materna han propiciado que las madres no alimenten a sus hijos con leche materna, o que inicien la introducción de alimentos antes de lo recomendado. “Lo ideal es que las  madres alimenten a sus hijos sólo con su leche durante los primeros seis meses de vida y a partir de esa edad introduzcan, paulatinamente, los alimentos, pero que continúen con la lactancia hasta los dos años de edad”, reafirmó.

De acuerdo con el “World Breastfeeding Trends Initiative (2010), publicado por Internacional Baby Food Action Network (IBFAN) y Global Breastfeeding Iniciative for Child Survival (gBICS), sólo el 10% de  niños y niñas costarricenses de 0 a 6 meses son alimentados durante ese período de vida de forma exclusiva con leche materna. “Somos la única especie mamífera que no alimenta a sus crías con su propia leche, estamos negándole a nuestros hijos e hijas el mejor alimento que puede recibir durante los primeros dos años de vida” aseguró Marín.

Aunque reconoce que los problemas que se presentan tempranamente, durante el proceso de amamantamiento, así como la incorporación de la mujer nuevamente a su trabajo, en los casos en que labore fuera del hogar, pueden ser obstáculos para que  opten por suspender el amamantamiento de sus hijos a los pocos días o meses.

MadresPara la doctora Marín existen mecanismos de extracción y conservación de la leche materna, de manera que ese alimento sea suministrado por otra persona cuando la madre esté ausente.  “Lo ideal sería alimentar a nuestros hijos con leche materna hasta los dos años, pero cuando no se puede por factores de trabajo u otros, la madre puede extraerse la leche y  congelarla, para poder alimentar a su hijo con solo su leche durante los primeros seis meses de vida, pues la leche congelada se puede conservar hasta por seis meses” afirmó Marín.

Agregó que además de garantizar un adecuado estado nutricional, la leche materna contiene anticuerpos contra muchas enfermedades y por lo tanto protege al niño o la niña y evita que se enferme. Asimismo el tiempo de amamantamiento incide positivamente en el fortalecimiento del vínculo afectivo entre madre e hijo y contribuye al presupuesto familiar, pues se evitan enfermedades, compra de medicamentos y de productos sustitutivos de leche materna.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría de Acción Social. Para este año le otorgó financiamiento por un monto de ¢1.5 millón del Fondo Concursable para el Fortalecimiento de la Relación Universidad-Sociedad.

 

Tatiana Carmona Rizo