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 M.Sc. Carolina Santamaría“La diabetes ejerce una  presión sobre el sistema de salud debido al incremento que provoca en la utilización de los servicios.  Esto eleva el costo económico que deriva de la atención de una población adulta mayor en franco crecimiento”, manifestó la M.Sc. Carolina Santamaría Ulloa, investigadora del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA), quien expuso los resultados de la investigación Diabetes en el adulto mayor: Vidas perdidas y presión sobre el sistema de salud.

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento anormal en el nivel de glucosa de la sangre.  En este estudio se analizó la prevalencia o cantidad de personas que la padecen, y la incidencia o aparición de nuevos casos y se registró el nivel de mortalidad de las personas diagnosticadas con diabetes. También se estudiaron los factores que influyen en el desarrollo y padecimiento de la enfermedad.

El objetivo era cuantificar el impacto de la diabetes en la población adulta mayor costarricense, en términos de muertes y presión sobre el sistema de salud.  Se utilizaron los datos de 1.343 hombres y 1.484 mujeres, mayores de 60 años  del proyecto CRELES: Costa Rica Estudio de Longevidad y Envejecimiento Saludable, el cual desarrolla el Centro Centroamericano de Población, en colaboración con el INISA.


Según la investigadora, en Costa Rica, un 22% de los adultos mayores padece diabetes.  Si a este dato se le suma el envejecimiento poblacional, se tendrá como resultado un aumento en el uso de los servicios de salud, y por tanto, un incremento en los costos asociados con la atención médica a la persona adulta mayor en el futuro.

Aunque un 95% de los adultos mayores están asegurados, los costos de los servicios de atención son diferentes para una persona que padece diabetes y para quien no la padece. Por ejemplo por cada 10 consultas médicas que realiza una persona sin diabetes, son 12 las que hace una diabética, por cada 10 noches de hospitalización de una persona que no tiene diabetes, son 14 las noches de internamiento que requiere la diabética. Por cada 10 medicinas que requiere una persona no diabética,  son 15 las que necesita la diabética.

Si esto se traduce en costos económicos, el paciente diabético le cuesta al sistema de salud unos 200 000 colones en promedio al año por atención de consulta externa, mientras que el adulto mayor sin la enfermedad solo cuesta unos 150 000 colones por ese mismo rubro de atención, informó la investigadora. Por esto considera que es necesario que las autoridades planifiquen la distribución de los recursos del sector salud, ante la fuerte demanda que genera una población en envejecimiento y con esta enfermedad.  

Otra de las conclusiones indica que “en las mismas condiciones, un hombre y una mujer, tienen la misma probabilidad de ser diabéticos y convertirse en diabéticos”, pese a que hay diferencias en los datos de prevalencia.  Según lo afirmó Santamaría la verdadera diferencia radica en el diagnóstico del padecimiento, pues entre los 60 y 69 años, la prevalencia de diabetes es significativamente mayor en las mujeres que en los hombres.  La incidencia, también es mayor en las mujeres entre los 30 y los 59 años.  Sin embargo, después de los 60 años, la aparición de nuevos casos de diabetes es mayor en los hombres que en las mujeres.

Estos datos llevan a la conclusión de que en Costa Rica existe un diagnóstico tardío de la diabetes en la población masculina y por lo tanto, los hombres diabéticos entre 60 y 69 años tienen una mayor mortalidad prematura.  Las mujeres consultan más los servicios de salud a edades más tempranas  


Principal factor de riesgo

M.Sc. Carolina SantamaríaLa obesidad es el principal factor de riesgo para la diabetes, y para investigar esta variable, se utilizaron dos medidas: la medición en centímetros de la cintura y el Índice de Masa Corporal (IMC), que mide la obesidad general, a partir del peso en kilogramos por el cuadrado de la estatura en metros de una persona (kg/m2).

Cerca del 32% de la población estudiada tenía un IMC normal, el 42% sobrepeso y el 26% obesidad.  En cuanto a la circunferencia de cintura, un 32% tenía una cintura con medida normal, un 23% abdomen aumentado y un 45% abdomen sustancialmente aumentado.

“Con los datos se demuestra que conforme aumenta el peso y el abdomen, aumenta muy considerablemente la posibilidad de ser diabético”, explicó Santamaría.  Lo ideal sería tener un peso y una cintura normal, mientras que el peor escenario lo tienen aquellas personas obesas, con el abdomen sustancialmente aumentado.

Otro dato destacado en la investigación es que el 70% de los adultos mayores no realizan actividad física regularmente, muchas veces porque tienen limitaciones de movilidad.

La diabetes no sólo afecta la calidad de vida de las personas que la padecen, sino que también se asocia con una mayor probabilidad de morir de forma prematura.  Entre los 60 y los 69 años, las personas diabéticas tienen más del doble de probabilidad de morir y  entre los 70 y los 79 años, un 55% más de probabilidades de fallecer en comparación con las personas no diabéticas.

Para Santamaría es urgente que se promuevan estilos de vida saludable en todas las edades, pues la diabetes no sólo afecta a las personas adultas mayores, sino que la padecen niños, adolescentes y adultos jóvenes.  Además, es necesario tomar en cuenta los demás factores de riesgo asociados a la enfermedad como antecedentes familiares, consumo de alcohol y tabaco y cantidad de actividad física.

Anna Georgina Velásquez

©2024 Derechos reservados, Universidad de Costa Rica. De la UNED carretera a Sabanilla, 200 m este y 125 m sur, tercer edificio a mano izquierda. Última actualización: 16 Enero, 2024.

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